Yo me encuentro con profundos cambios en mi vida, ya les contaré de ello. Para esta semana quiero compartirles diez aprendizajes que me ha enseñado el minimalismo como estilo de vida y para los que han decidido vivir de una forma diferente al resto, seguramente se identificarán con alguna de ellas.
En el post "5 claves para ser minimalista" les platiqué como podían comenzar a ser personas más conscientes de su entorno con respecto a las cosas materiales que vamos acumulando a lo largo de nuestra vida. Siempre es bueno renovarse en todos los sentidos. La biblia también lo dice: "Las cosas viejas pasaron..." Esta frase es profunda y aplicable.
Como ya he comentado, vivir con menos cosas es una forma. No quiere decir que este mal vivir con mucho, simplemente es una forma de vida diferente. Es por ello que que si aún tienes dudas de lo que representa ser minimalista, te invito a que continúes leyendo lo que he aprendido en este tiempo:
1.- Te sientes más libre. Es raro, si. Pero es cierto. Cada que desechas algo sientes como una carga se libera de tu cuerpo. Es una sensación increíble. En serio.
2.-Aprendes a desapegarte de las cosas. Deshacerte de algo implica tomar una decisión y muchos sentimientos, emociones están de por medio. El proceso se hace más difícil. Aprendes que si te deshaces de un objeto tú sentir no cambia de cómo lo conseguiste o de quién te lo obsequió. Valoras lo importante, no lo material.
3.-Más tiempo libre. Con menos cargas y desapegos, sin cosas que componer, que costurar, limpiar u ordenar puedes disponer de tiempo libre para hacer algo más que quizá sea mejor para ti y ¿Por qué no? que sea disfrutable.
4.-Eres más consciente. La próxima vez que tengas que comprar algo lo pensarás más de dos veces. Las clásicas preguntas de solo ¿Lo quiero? o ¿Lo necesito? Sí funcionan. Será más fácil decidir y te evitarás muchas broncas de dinero, espacio, mantenimiento, étc.
5.-Valoras lo que eres y lo que tienes. Cuidas más las cosas porque sabes que puedes sacarle el mayor provecho. Aprecias la utilidad y lo que aporta a tu vida que el simple hecho de la cubierta, o la estética y elegancia que te da. Prefieres la calidad y valoras lo que representa, pues el hecho que lo tengas o no, no tiene porqué cambiar tus sentimientos.
6.-Las finanzas mejoran. Ahorras mucho si adquieres cosas de calidad y te duran el tiempo que quieras si las cuidas. Por lo tanto no tienes la necesidad de estar endeudándote con lo último que salió de moda. Eso que te ahorras mejor inviértelo en un viaje con alguien que quieras mucho, por ejemplo.
7.-Vives con menos preocupaciones. No vives con temor a que te roben, o que dejes tu casa y te vayas de viaje. Aprendes a salir con una mochila y no tienes que andar cargando con 3 o 4 maletas cada que salgas a algún lugar.
8.-Prefieres orden y limpieza. El minimalisto te enseña a mejorar los espacios y a tenerlos ordenados y limpios. Sientes paz y es más fácil limpiarlo (para aquellos que nos cuesta más trabajo, jajaja). Recuerda que así como está tu habitación, así está tu interior.
9.-Te enfocas en lo importante. Es una disciplina y poco a poco se hace un hábito. Afecta incluso cuando tienes que tomar una decisión porque no te enredas en tantos rollos. Eres simple, directo y al grano.
10.-Eres más feliz. Al darte cuenta de todo lo que puedes dejar ir, te sientes libre y automáticamente eres más feliz.
Recuerda que "No se trata de darle más años a la vida, sino más vida a los años" y que "Si no eres feliz con lo que tienes, tampoco con lo que te falta".
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